¿Por qué las condiciones laborales de los fotógrafos van de mal en peor? ¿Por que se les pide que trabajen gratis y eso nunca ocurre con, por ejemplo, un dentista? ¿Cómo es posible que siempre figure entre los peores oficios del mundo cuando se habla de sueldo, horas de trabajo o peligrosidad?
Crisis del sector, competencia desleal, des protección sindical y falta de asociacionismo, o los profundos cambios en los medios de comunicación…
La lista de posibles respuestas suele ser muy larga y normalmente incluye experiencias personales de muchos profesionales que han visto cómo cada vez es más complicado ganarse la vida apretando el disparador de una cámara.
De aquí a algunos años? |
El caso es que un reciente estudio de la Duke University’s Fuqua School of Business –existe de verdad aunque suene a nombre inventado- ha intentado determinar porque ciertas profesiones están más expuestas a la explotación laboral.
Y la conclusión es tan sencilla como demoledora: el problema es la pasión. Es decir, cuando más le gusta su trabajo a una persona, más predispuesta está a rebajar sus condiciones, mientras que en oficios que tienen poco de pasional nadie espera que se hagan por menos dinero o gratis.
Ocurre con la fotografía exactamente igual que con otros trabajos que tienen un gran componente artístico. Según las conclusiones del informe, el trabajo se ve como una recompensa en sí mismo, y existe la certeza de que muchos lo harían incluso de forma voluntaria.
¿Una obviedad o una bofetada de realismo? Más allá de las dudas y del debate, mucho nos tememos que este estudio no aporta soluciones para conseguir que la pasión no se lleve por delante los derechos laborales.
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