Esteban, Nati o Rosa son los nombres de pila de algunas
de las ocho personas que han fallecido ya entre los internos de la
residencia de mayores de Sanitas en el barrio de San Martín de Vitoria.
Sólo en este fin de semana han fallecido tres de ellas. Tres más con
hijos, con nietas, con sobrinos.
Pese a todo, las autoridades sanitarias
vascas en ningún momento han dedicado una línea en sus comunicados o un
segundo en sus ruedas de prensa a explicar la situación de este centro
que lleva más de una semana en cuarentena, es decir, cerrada a visitas
exteriores.
Por poner en contexto la gravedad de la
situación, sólo en esta residencia se han producido más decesos que en
Andalucía, La Rioja, Extremadura, Galicia, Navarra, Asturias, Baleares o
Canarias. En toda Alemania, por ejemplo, ha habido trece
fallecimientos. En toda Álava hay 25 fallecidos, nueve de ellos en las últimas 24 horas.
"No podemos ni debemos proporcionar datos de carácter personal. Se han
tomado y se siguen adoptando todas las medidas necesarias para evitar la
propagación del contagio", indican desde Osakidetza.
Según fuentes de las familias de los mayores allí
residentes, de las 54 pruebas realizadas al centenar de internos 38 han
dado positivo. Además, a ellos se suman otros cinco contagios entre los
trabajadores, mientras que 25 se hallan en aislamiento. Estos nuevos
datos suponen un crecimiento exponencial respecto a la última
información ofrecida por Sanitas: en el momento en que se decretó la cuarentena -domingo 8 de marzo- eran 22 los internos y cuatro los trabajadores con Covid-19.
Según
se indicó entonces, los casos más graves han ido siendo trasladados al
centro de referencia para atender el coronavirus en Vitoria, que es
Txagorritxu, que está al borde del colapso por la elevada presión
asistencial. Los
trabajadores de las ambulancias han denunciado, por cierto, que en un
primer momento no se adoptaron todas las prevenciones en esos
desplazamientos y también varios sanitarios tuvieron que quedarse en
cuarentena.
El resto de positivos se han tenido que quedar en la
residencia en "aislamiento respiratorio" con los no infectados, aunque
Sanitas ha insistido en que ha adoptado medidas de higiene y de
separación. "Los han dejado en el matadero", clama el familiar de uno de
los nuevos positivos, que llevaba temiendo esta noticia desde que se
conoció el alcance de este foco, que supone prácticamente el 10% de los
positivos de Álava.
El primer positivo registrado
allí fue el de un hombre que había estado ingresado en el hospital de
Txagorritxu y que el 29 de febrero regresó por unas horas a la
residencia hasta que empeoró. Se da la circunstancia de que la 'paciente
cero' del coronavirus en Vitoria fue una doctora de ese centro
hospitalario que estuvo varios días en contacto con otros colegas y con
pacientes.
A partir de ahí el resto de internos -las personas mayores
son un colectivo de riesgo- fueron cayendo en cascada.
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