Origen de la Fat Bike
Aunque las Fat Bikes estén asentadas en el imaginario ciclista desde hace pocos años, la realidad es que esa explosión que las ha llevado a tiendas de todo el mundo y muchas casas de aficionados a este deporte es más una recuperación retro o vintage que un invento moderno.
De hecho, el concepto de lo que hoy conocemos como Fat Bike hunde sus raíces a finales del siglo XIX, cuando ya existe documentación gráfica y escrita de bicicletas con un concepto idéntico a las bicicletas de ruedas y cubiertas ancha que hoy todos conocemos y cuya autoría, incluso, algunas marcas han intentado adjudicarse desde el desconocimiento o el interés.
Las zonas en las que se cree que surgieron a final del Siglo XIX y principio del XX son Alaska -eran empleadas por los buscadores de oro- y el desierto del Sahara. Zonas en las que, por las condiciones del terreno, era y sigue siendo inviable circular en una bicicleta convencional.
¿Qué me ofrece una Fat Bike?
Todos asociamos una fat bike a la nieve o el desierto y, como acabamos de decir, es ese su hábitat natural. Sin embargo su uso no tiene por qué reducirse exclusivamente a ello, ya que pese a tener ciertos inconvenientes para el uso tradicional, también proporciona ventajas que se deben tener en cuenta.
En primer lugar, son bicicletas ideales en terrenos quebrados para rodadores. El propio neumático, que por su anchura se puede llevar a baja presión, actúa como una suerte de suspensión, garantizando comodidad y ligereza en el tránsito de esos terrenos. En el mismo pavé se podrían desenvolver con mucha soltura.
En segundo, son garantía de diversión y seguridad en las bajadas de mtb más escarpadas. De nuevo, su neumático - la principal y casi única particularidad de las fat bikes- permite un nivel de maniobrabilidad sobre la bici inalcanzable en una tradicional. Incluso el biker menos habilidoso o escasamente experimentado se puede permitir ciertos riesgos sobre una fat bike gracias a la sensación de control y estabilidad que ofrecen sus cubiertas.
Por último, son ideales en condiciones de mucho barro. Inmersos como estamos en unas semanas muy lluviosas en toda la península, poseer una fat bike te asegura poder salir sin miedo a encontrarte un lodozal impracticable: pueden con eso y mucho más.
Seis cosas que debes saber sobre las Fat Bikes
Su peso lastra
Es obvio, no son bicicletas ligeras. Al arrancar, cuando toque dar pedales a la salida de una curva o enfrentarse a una subida empinada, a nuestros músculos les pasará factura ese sobrepeso.
Es difícil pinchar, pero caro y complicado solucionarlo
Rara vez pinchará una fat bike. Sus cubiertas están preparadas para ello, como es lógico por los terrenos que suelen transitar. Sin embargo, en caso de que nos toque el cupón de la desgracia, tubelizar es muy complicado -más que en una mtb convencional- y el recambio de la cámara nos saldría por un pico: al menos 100 euros.
Pueden ser un 2x1
Como se puede apreciar en un vídeo al final de este artículo, muchas fat bikes permiten intercambiar indiferentemente y de manera sencilla las ruedas por las de una 27,5 Plus, lo que las convierte automáticamente en todo un 2x1, versátil y útil en situaciones infinitas.
No sobre asfalto
Si bien más arriba hemos visto que una fat bike es más versátil de lo que se suele decir, hay ciertos terrenos en los que su rendimiento es muy reducido. Sobre el asfalto no podremos alcanzar las velocidades deseadas y, además, el ruido de los neumáticos puede llegar a ser molesto.
No pasarás desapercibido
Aunque este factor se ha visto muy reducido conforme el uso de las fat bikes se ha ido normalizando y convirtiéndose en habitual, no dejarás de llamar la atención sobre una de ellas. Caras de asombro a tu paso y convertirte en el centro de atención de tu grupeta, al menos los primeros días, será el peaje que deberás pagar por disfrutar de sus virtudes.
Diversión
Al final es lo que más debes ponderar a la hora de tomar una decisión, lo que todos buscamos al montarnos en la bicicleta: disfrutar y divertirnos. Y eso, amigo, una fat bike te lo garantiza. Es una nueva manera de vivir el mtb sobre la que experimentarás sensaciones que nunca antes has sentido.
Guía para elegir la Fat Bike ideal
En primer lugar presta atención a nuestros cinco consejos para comprar una fat bike a buen precio, un post que ya publicamos y que resume de la mejor forma posible las cuestiones a las que debemos atender a la hora de hacernos con una fat bike.
A continuación listamos varias alternativas, en precio escalonado, que a nuestro juicio se encuentras entre las mejores en gama económica, media y alta.
Charge Cooker Maxi 2018
Una opción ideal si no se quiere incurrir en un gasto excesivo para algo que vamos a emplear de manera ocasional, sin regularidad, y como mera diversión. Sus cubiertas son de 4" y su cuadro de un aluminio de buena calidad. Una de las mejores alternativas para principiantes. Tiene un coste de 832 euros.
Turner King Khan
La King Khan está pensada por y para la diversión. Su doble suspensión, toda una rareza en fat bikes, la convierte en una bicicleta muy particular, capaz de imponerse a cualquier terreno por accidentado o escarpado que sea. Sin embargo, esto le añade un peso extra del que se suele huir porque las gomas ya funcionan como amortiguación suficiente. Una alternativa a las horquillas rígidas que tiene un precio de unos 2.500 euros.
Trek Farley 9,8
La Trek Farley 9,8 aparece en todas las listas de este corte. La fiabilidad de la compañía, garantía de calidad, los extraordinarios materiales utilizados y la alta calidad de su marca propia de neumáticos -Bontrager- que en una Fat Bike cobrar especial importancia, la convierte en una de las mejores opciones del mercado. A un precio, eso sí, ya acorde con ello: 4.700 euros.
Specialized Fatboy Expert Carbon
Specialized es otro fijo en cualquier lista de tops y, pese a su tardía incorporación al mercado de las fat bikes, su producto estrella es toda una joya de la ingeniería ciclista. La Expert Carbon es su gama media -ofrecen una más cara y otra más barata, en función al tipo de fibra de carbono empleado- y tiene un precio de 5.900 euros. Algo cara si tenemos en cuenta que ofrece cosas muy similares a las de la Trek Farley 9.8 por unos 1.000 euros más.
5 consejos para comprar una Fat Bike con buena relación calidad precio
Si estás pensando en comprar una Fat Bike y tu presupuesto máximo son unos 1.000 € aquí te dejamos algunos consejos que creemos te pueden ser de ayuda.
La tarea de conseguir una Fat Bike a buen precio no es sencilla pero si te gustan las bicis seguro que disfrutarás en el proceso. Desde luego si quieres conseguir la mejor Fat Bike la menor precio tendrás que saber jugar bien tus cartas y moverte bien en el mercado de segunda mano y saber buscar las ofertas más interesantes en tiendas especializadas.
1.Elegir cuadro para Fat Bike
Como decíamos, hace un par de años que el mercado de las Fat Bikes explotó y salieron bastantes marcas y modelos al mercado como la Salsa Mukluk, Specialized Fatboy o Surley Pugsley, así que aunque es una modalidad relativamente nueva, tenemos donde elegir.
Si nos hemos decidido a comprar una Fat Bike seguro que ya tenemos claro que el peso de una de estas bicis está muy por encima de una XC. Y aunque hay Fat Bike de carbono que consiguen contener el peso, nuestro objetivo es tener la mejor Fat Bike posible por menos de 1000 €, así que es mejor escoger un buen cuadro de aluminio o acero e intentar ahorrar peso en otros componentes como la horquilla o las ruedas.
El cuadro Pugsley de Surly puede ser una buena opción y lo puedes encontrar nuevo por debajo de los 500 €, aunque si quieres ajustar bien el presupuesto es mejor que hagas una búsqueda a fondo en el mercado de segunda mano.
2.Horquilla para Fat Bike
Las Fat Bike son capaces de pasar y absorber obstáculos que con una MTB normal sería prácticamente imposible y lo que hace que esto sea posible es el gran balón de sus ruedas. Así que si la vas a utilizar para rodar por nieve o arena el pensar en montarle una suspensión lo puedes destacar por completo. Si por el contrario vas a rodar con ella por caminos y superficies duras puede que el ponerle una horquilla con suspensión sí esté justificado.
En cualquier caso nuestro consejo es que al comienzo elijas una horquilla rígida con la que ahorraras peso y dinero, y además, sentirás las sensaciones que ofrecen este tipo de ruedas. Si quieres montar una suspensión en cualquier caso, entonces no te dejes llevar por cantos de sirena y ahorra para una Rock Shox Bluto.
3.¿Transmisión monoplato?
Esta decisión correrá a cargo de cada ciclista pero nosotros os aconsejamos que montéis una monoplato ya que una vez más ahorraréis peso y dinero y además ganaréis en practicidad. Si estáis rodando por nieve y se os atranca o sale la cadena es mucho más sencillo volverla a su lugar si no hay desviador delantero que si sí lo hay.
4.Frenos de disco hidráulicos o mecánicos
Los frenos de disco mecánicos se suelen ver cómo la opción económica cuando no se puede aspirar a unos hidráulicos, pero en este caso no debería ser la razón. Piensa que la Fat Bike la utilizarás en terrenos helados con temperaturas bajas y en estas condiciones el líquido de los frenos hidráulicos no responde tan bien como un freno mecánico.
Así que te aconsejamos que montes unos frenos de disco mecánicos al comienzo y si notas que realmente necesitas unos hidráulicos entonces ahorres para unos de calidad.
5.Ruedas para Fatbike
Llegados a este punto tenemos que decirte que las ruedas de una Fat Bike son el componente más importante. Así que aquí sólo nos queda aconsejarte que compres las mejores ruedas que puedas permitirte. Piensa que con ellas conseguirás el mejor ahorro posible de peso en tu Fat Bike y además, serán el principal elemento amortiguador. Así que ahorra todo lo que puedas en el resto de componentes y gastalo en unas buenas ruedas para tu Fat Bike.
#Bonus1: ¿Son las Fat Bikes una moda pasajera?
Esta es una pregunta sin respuesta, que solo resolverá el juez más imparcial e implacable: el paso del tiempo. Si bien muchos opinan que se trata de una moda pasajera, con fecha de caducidad, y se apoyan en que el entusiasmo inicial tras su llegada al mercado español se ha ido apagando; no es menos numeroso el grupo que les augura un futuro largo y lleno de éxitos a las bicicletas de rueda ancha.
Esto hay que mirarlo con perspectiva: las fat bikes nunca se adueñarán de los nichos que ya estaban ocupados por bicicletas tradicionales, más se tratan de un complemento para fanáticos del mtb, que quieran darse el capricho y hacerse con una bicicleta totalmente diferente, que les permite hacer otras cosas y les garantiza horas de diversión. Ese nicho es suyo en exclusividad, y a buen seguro que seguirá siendo así durante mucho tiempo.
#Bonus2: tres aventuras que podrás vivir sobre una Fat Bike
Adéntrate en el desierto sobre una Fat Bike
Circular sobre las dunas en la inmensidad del desierto disfrutando de un paisaje asombroso es un plan que a cualquier biker avezado le llama la atención. A día de hoy existen multitud de opciones para hacerlo sin necesidad de disponer de una de ellas: las compañías que organizan estas excursiones proveen a los ciclistas de todo lo necesario: transporte, vehículo de apoyo, comida y, por supuesto, la propia fat bike.
Cruza parajes helados sobre una fat bike
Laponia, Islandia y muchos otros lugares son escenarios idóneos para disfrutar de una aventura inolvidable, atravesando parajes helados sobre una fat bike. Una alternativa vacacional que te ofrecerá adrenalina, sensaciones inolvidables y una gran satisfacción personal una vez que logres tus objetivos.
También hay parajes idílicos en España
En zonas costeras, los áridos terrenos de Almería, los Monegros o incluso la Sierra de Madrid se organizan aventuras en Fat Bike igualmente sorprendentes y más asequibles a cualquier bolsillo. Existen también pistas de esquí que se pueden utilizar con este fin en determinadas ocasiones, ofreciendo unas condiciones similares a las que encontramos en los lugares relatados arriba.
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