martes, 25 de junio de 2019

La gran enemiga de nuestra cámara de fotos: La humedad

Nuestras vacaciones, citas familiares, los primeros pasos de nuestros hijos o variados acontecimientos únicos. A todos nos encanta inmortalizar estos momentos especiales para nosotros, para después recordarlos con nostalgia, cariño y afecto. Pero cuidado, porque la herramienta encargada de llevar a cabo esta tarea, tampoco se libra de los efectos de la humedad excesiva: Hay que cuidar en que entorno se encuentra nuestra cámara de fotos.
Es cierto que a simple vista, puede parecer más peligroso una caída por sorpresa cuando dejamos nuestra máquina al borde una mesa o un golpe desafortunado mientras la llevamos colgando sin ningún tipo de protección. Pero hay un enemigo mucho más poderoso y dañino de lo que nos podamos imaginar: La humedad.
camara_humedades
Pero cuando hablamos de humedad, no queremos decir que se moje nuestra cámara o que se nos caiga dentro de una piscina. Nos referimos al exceso de humedad ambiental, y los efectos negativos que puede provocar en nuestros equipos de fotografía, como por ejemplo el daño en las lentes o en ciertos componentes electrónicos, que pueden provocar un efecto devastador e irreparable.
Imagina un lugar cerrado, oscuro y poco ventilado. Si este es el sitio donde estás guardando tu cámara de fotos durante largos periodos de tiempo, es hora de preocuparse por la humedad. Los aliados de la humedad, y nuestros terribles enemigos, los hongos, se sienten muy cómodos en este tipo de ambientes para crecer y desarrollarse sobre cualquier superficie que esté a su alcance.
Y como consecuencia del exceso de humedad, probablemente alguno de los sensores o componentes electrónicos se humedezca y termine por dañar nuestra cámara, impidiéndonos así, retratar nuestros momentos más emotivos y especiales.
Muchos podrán pensar, que las bolsitas de gel que vienen en muchos equipos electrónicos pueden ayudarnos a solventar el problema. Pero como ya hemos dicho varias veces, sólo es un parche temporal, ya que el gel de sílice tiene un poder absorción muy limitado en el tiempo y al cabo de pocas semanas, su eficacia será nula.
Por esto, es imprescindible contar con especialistas que nos permitan dictaminar el origen del problema y dar la solución adecuada para no sufrir pérdidas materiales y económicas. Porque a todos los que tenemos una cámara, seamos usuarios noveles o avanzados, queremos cuidarla y nos dure el mayor tiempo posible.

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